Los peces más grandes del mundo son hambrientos migradores con una misión, según un estudio de rastreo que ha trazado los largos viajes de los tiburones ballena por el Golfo de México y el Caribe hasta un punto de alimentación favorito frente a la Península de Yucatán.
Y el increíble nado de 7.200 kilómetros de un tiburón ballena podría incluso ayudar a resolver el viejo misterio de dónde dan a luz los tiburones ballena, un acontecimiento que ningún científico ha visto jamás.
El mayor estudio de la historia sobre las migraciones de los tiburones ballena, que ha durado nueve años, demuestra que los cientos de animales del tamaño de un autobús escolar que se alimentan en una franja saturada de plancton frente a las costas mexicanas vienen de muy lejos.
Estos gentiles gigantes -que pueden alcanzar los 12 metros de longitud y pesar una media de 5 toneladas- utilizan filtros bucales para alimentarse del diminuto plancton y de pequeños peces o huevos.
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